En pleno corazón de Buenos Aires, entre íconos porteños como el Obelisco y el Palacio Barolo, se esconde un rincón gastronómico que desafía la rutina y eleva los sentidos. Literalmente. En el piso 23 del Hotel Marriott, una propuesta única espera a quienes buscan vivir una experiencia diferente: O-Satori, el primer y único restaurante omakase en altura de la ciudad.
Esta joya culinaria, casi secreta, está pensada para un grupo reducido de comensales —apenas 14 por noche—, lo que garantiza una atmósfera íntima, serena y profundamente personalizada. Desde allí, las vistas panorámicas de la Avenida 9 de Julio, con el Obelisco iluminado a un costado y el faro del Palacio Barolo brillando a lo lejos, se convierten en el marco perfecto para una cena inolvidable.
Pero O-Satori no es sólo una postal urbana desde las alturas. Es, ante todo, una ceremonia gastronómica de once pasos que se revela plato a plato, sin menú a la vista. En línea con la tradición japonesa del omakase —que significa literalmente «confiar» o «ponerse en manos del chef»—, cada preparación es una sorpresa cuidadosamente diseñada con ingredientes frescos del día. Desde pulpo ahumado y nigiris que se deshacen en la boca, hasta langostinos, pescados nobles y carnes con sabores que combinan técnica y sensibilidad. Nada está librado al azar.
Para acompañar este desfile de sabores, la selección de vinos de la prestigiosa bodega Catena completa la experiencia. También hay alternativas sin alcohol y cócteles de autor con sake, pensados para realzar cada bocado y mantener la armonía entre la cocina y el entorno.
Lo fascinante de esta propuesta no está solo en el menú, sino en su contexto. Pocas veces se tiene la oportunidad de disfrutar una cena de autor mientras la ciudad palpita a tus pies. Desde tu mesa, Buenos Aires se despliega en 360 grados: luces, cúpulas, avenidas y esa sensación única de estar suspendido en el aire, en un espacio que parece detenido en el tiempo. Y cuando el faro del Barolo comienza a girar e ilumina el cielo nocturno, la experiencia alcanza un nivel casi poético.
O-Satori abre exclusivamente los viernes y sábados a partir de las 21 horas, y la reserva anticipada es indispensable. Para asegurar tu lugar, debés contactarte con el hotel y presentar el QR correspondiente al llegar. El acceso se realiza directamente por la entrada del Marriott, sobre Carlos Pellegrini 551.
Para quienes buscan una salida diferente en la ciudad, una experiencia gastronómica que sorprenda de verdad o una noche especial para recordar, esta propuesta lo tiene todo: sabor, exclusividad, vistas inigualables y ese toque de misterio que convierte lo cotidiano en extraordinario.
¿La mejor época para ir? Cualquier momento del año puede ser ideal, pero las noches despejadas de otoño o primavera suman un plus: cielos límpidos, temperaturas agradables y una ciudad que se enciende a tus pies. Eso sí, preparate para dejarte llevar y vivir Buenos Aires desde una perspectiva única. Literalmente, desde las alturas.