Los siete viajes más mágicos para vivir una Navidad llena de luces y nieve

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Cuando se acerca diciembre y el calor empieza a sentirse en Argentina, muchos sueñan con cambiar de escenario y viajar hacia una Navidad distinta: fría, nevada y llena de luces. En Tenés Que Ir te invitamos a descubrir siete opciones sorprendentes donde la naturaleza, las tradiciones y el clima invernal se mezclan para crear experiencias que encantan tanto a chicos como a grandes. 

Cada uno de estos lugares propone una manera única de vivir la Navidad. Desde bosques helados en el Círculo Polar Ártico hasta ciudades europeas cubiertas por una capa suave de nieve, todos comparten el mismo espíritu: transformar el frío en una experiencia cálida, llena de colores, aromas y momentos compartidos.

1. Efteling, Países Bajos: un bosque de cuento
En Kaatsheuvel, el famoso parque Efteling se vuelve aún más encantador durante el invierno. Los tejados nevados, las luces cálidas y las hogueras que crepitan crean un clima mágico que envuelve cada rincón.

La música en vivo del Palacio del Carrusel y las nuevas vistas desde el Efteling Grand Hotel —con habitaciones que dan al Bosque de los Cuentos de Hadas— completan la postal. Es como entrar a un cuento donde cada copo de nieve parece parte del guion.

Kaatsheuvel, Efteling

2. Crucero navideño por el Rin: mercados flotantes
Recorrer el Rin en invierno es una clase práctica de cómo cambian los paisajes europeos con el frío. Estrasburgo, Heidelberg y Colonia despliegan mercados navideños históricos, plazas iluminadas, “bosques invernales” y aromas de chocolate caliente.

El contraste entre el río, las fortalezas medievales y la nieve crea postales inolvidables para toda la familia.

Crucero de Navidad por el Rin

3. Český Krumlov, República Checa: creatividad y tradición
Esta ciudad romántica estrena su espíritu navideño desde fines de noviembre. Además de un mercado pintoresco, ofrece conciertos, obras de teatro y actividades participativas: talleres para fabricar adornos, una Oficina de Correos para el Niño Jesús y un desfile de ángeles que recorre las calles empedradas.

Una opción ideal para quienes buscan una Navidad cultural, cercana y llena de detalles.

Estrasburgo, Francia: "capital de la Navidad" europea

4. Quebec, Canadá: un cuento sobre nieve
En Quebec, la Navidad se vive como en las películas. El casco histórico parece salido de un libro de Dickens: luces cálidas, nieve crujiente y fachadas decoradas. El mercado navideño, la cabalgata de juguetes gigantes y la fiesta de Fin de Año llenan la ciudad de energía.

Tip: para familias con bebés, alojarse en la zona de la plaza d’Youville permite vivir la nieve a solo unos pasos.

Quebec, Canadá

5. Rovaniemi, Finlandia: la tierra de Papá Noel
En pleno Círculo Polar Ártico, Rovaniemi ofrece una Navidad donde la naturaleza toma el mando. Entre auroras boreales, bosques blancos y ríos congelados, es posible visitar a Papá Noel, andar en trineos de renos, recorrer Snowman World o dormir en un hotel de hielo. Y, para cerrar cada día, nada mejor que una sauna caliente: un ritual finlandés que encanta a chicos y grandes.

Rovaniemi, Finlandia

6. Nueva York, Estados Unidos: el clásico indiscutido
La Navidad neoyorquina es un espectáculo de luces y energía. El imponente árbol del Rockefeller Center, las pistas de hielo, los escaparates de jugueterías y los famosos desfiles hacen que cada esquina sea una postal invernal.

Tip: hospedarse cerca de la Quinta Avenida permite moverse fácil y disfrutar de la ciudad en su versión más festiva.

Navidad en Nueva York

7. Vigo, España: la ciudad de la luz navideña
Con más de 11,5 millones de luces distribuidas en 400 calles, Vigo se convierte en un laboratorio de iluminación invernal. Carruseles, mercados, pistas de hielo y trenes turísticos transforman la ciudad en un parque temático brillante donde el espíritu navideño se vive en cada cuadra.

Vigo, Pontevedra, España

Estos siete destinos muestran que la Navidad puede sentirse de mil maneras. Entre nieve, luces y tradiciones, cada viaje ofrece una oportunidad única para reconectar en familia y volver, aunque sea por unos días, a la magia más pura de las fiestas. Si buscás una Navidad distinta, tal vez acá encuentres tu próximo destino soñado.