Llega el fin de semana y tienes invitados en casa. Quieres hacer un postre, pero no te gustaría pasarte una mañana en la cocina, o simplemente quieres algo fácil pero que sea muy resultón. Si quieres marcarte un postre de locos pero que nadie sepa que has estado un total de 15 minutos en la cocina, esta receta es justo lo que necesitas: la tarta de chocolate más fácil y rápida del mundo.
Para una tarta de unas ocho raciones grandes necesitarás 200 gramos de galletas tipo Digestive, 100 gramos de mantequilla, 250 gramos de chocolate negro para postres, un ltro de leche entera, dos sobres de cuajada y unos 50 gramos de azúcar.
Comenzamos triturando las galletas o bien con un procesador de alimentos como este, con el truco de la bolsa y el rodillo: metes las galletas en una bolsa bien cerrada e intentando que no quede nada dentro y golpeas con un rodillo que irás pasando por encima para que se queden migas. Si no tienes rodillo, hazlo con una botella de cristal, el resultado es el mismo. Podrías usar otro tipo de galletas, como galletas maría, galletas de avena o las que sea que tengas en casa. En este caso nos sirve para la base, pero podríamos también hacerla con una masa quebrada que hornearíamos para luego rellenar, pero la opción de la base de galleta es mucho más rápida y está buenísima.
Esas galletas trituradas las mezclamos con la mantequilla que tendremos ligeramente fundida para que se integre bien con las galletas. Mezclamos bien y cubrimos la base y laterales de un molde desmoldable de 25 cm. Es importante que apretemos bien para que coja consistencia al enfriarse y no se rompa. Podemos hacerlo con ayuda de un vaso, aplastando bien para compactar. Cuando lo tengamos, guardamos en el congelador mientras hacemos el resto.
Picamos bien el chocolate y lo añadimos a la leche que tendremos en un cazo calentándose, el azúcar y los dos sobres de cuajada. Si no te va el chocolate negro, puedes usar chocolate con leche, pero quita el azúcar de la receta porque los chocolates con leche para postre suelen tener un porcentaje mucho mayor de azúcar que los chocolates negros y la tarta quedaría demasiado dulce.
Movemos bien para que no queden grumos y dejamos que cueza a fuego lento durante 10 minutos. Una vez listo, sacamos el molde del congelador y vertemos la mezcla de chocolate, que irá a la nevera durante al menos cuatro horas (puedes hacerla la tarde anterior y dejarla toda la noche). Para decorar y que parezca salida de una pastelería vamos a sacar virutas de chocolate blanco con ayuda de un pelador, y decoramos solo en el borde.
Queda de locos y parece que has tardado horas en hacerla cuando en realidad, has tardado un cuarto de hora. Vas a dejar a todos con la boca abierta y sin esfuerzo. Y un extra, un poco de nata montada con poco azúcar para acompañarla, es el complemento perfecto para un postre divino.
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