Llega el buen tiempo, abres la ventana para que corra el aire y empieza ese molesto zumbido que, en poco tiempo, ya te ha puesto los nervios de punta… Hemos inaugurado la temporada alta de moscas que se cuelan en casa y que ponen nuestra paciencia a prueba. Pero, para remediarlo, no te vamos a hablar ni de matamoscas ni de vinagre sino de una solución preventiva que, además de natural, es decorativa.
Una de las enemigas más eficaces de las moscas es una planta cuyo nombre no te va a resultar desconocido. Se trata de la albahaca, exactamente la misma cuyas hojas te encuentras en pastas y cócteles. No obstante, tiene un uso menos conocido como muralla aromática contra estos molestos insectos voladores.
El motivo es que, mientras que para los humanos, el olor de la albahaca es fresco y delicioso, a las moscas les resulta penetrante y lo odian. Por lo tanto, la podemos considerar un mecanismo de defensa botánica que le da poderes más allá de ser una simple planta aromática o decorativa.
Tone Høines De este modo, tener una maceta de albahaca en el alféizar no solo le da un toque mediterráneo a la casa, también hace que las moscas detecten el aroma desde lejos y prefieran evitarlos. En otras palabras: darán media vuelta y ni se atreverán a acercarse a tu ventana.
Además, es una planta que no requiere de grandes cuidados. Con un poco de sol y algo de agua, crece sin dar problemas. Aunque tampoco podemos olvidarnos de que sirve para hacer pesto.
Foto de portada | Aditya Shetty
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