El Parador situado en un castillo del siglo XII que acaba de reabrir tras siete meses cerrado: está a 90 minutos de Madrid

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Siguënza es una joya escondida en la provincia de Guadalajara. Al encanto de un pueblo que conserva el sabor medieval y un amplio patrimonio histórico artístico, se suma la presencia de uno de los paradores más imponentes de la cadena hotelera, ya que está ubicado en un antiguo castillo del siglo XII en el que residieron reyes, cardenales y obispos. Ahora, tras siete meses de obras, el Parador de Sigüenza ha reabierto de nuevo sus puertas

Inaugurado en 1976, el Parador de la localidad seguntina ha sido sometido a una profunda remodelación con una inversión de más de 10 millones de euros coincidiendo con el 50 aniversario del hotel. Y con la renovación es el momento perfecto para redescubrir este hotel con su patio fuertes murallas, su patio empedrado de su comedor abovedado,  y disfrutar de los encantos históricos y gastronómicos de esta villa.

Una reforma con mucho arte

Parador de Sigüenza

Además de renovar instalaciones y rehabilitar distintas parte de esta fortaleza, la remodelación del Parador ha traído también (y eso nos encanta a los amantes del arte y la decoración), una colección de textiles contemporáneos que muestra las obras producidas en los últimos años por la Real Fábrica de Tapices, con una selección de alfombras y tapices tejidos de acuerdo con modelos de artistas contemporáneos de la talla de Manolo Valdés, Juan Gris, Alberto Corazón, Joseph Domjan, Keiko Mataki o Guillermo Pérez Villalta, entre otros.

Con esta colección se pretende rememorar la antigua función de revestir los paramentos de castillos y palacios con tapices, alfombras y reposteros para aportar calidez y belleza a los espacios. El contrapunto a estas obras modernas lo pone un tapiz flamenco del Siglo XVII de la colección de Paradores, que remite de nuevo al mundo clásico y a los orígenes estéticos y técnicos de esta colección textil contemporánea.

Parador De Sigüenza

Además, en el Parador han instalado cuatro piezas cerámicas de barro cocido de la artista artesana seguntina Aniana Heras, que mantiene viva la ancestral tradición alfarera de la localidad, además de varias imágenes impresas con pigmentos en papel japonés montadas sobre pan de oro del fotógrafo gerundense José Quintanilla.

Que ver en Sigüenza

Sigüenza @visitasiguenza

Más allá de disfrutar del Parador y de su cocina, la propia localidad de Sigüenza bien merece un paseo. Esta población de poco más de 4.000 habitantes está asentada en un estrecho valle el alto río Henares, a mil metros de altitud sobre el nivel del mar. Y por este este enclave, y antes de ser la ciudad castellana que podemos contemplar hoy, pasaron celtíberos, romanos, visigodos y árabes, sobre cuya alcazaba se levanta el castillo con sus murallas almenadas que aloja el parador y que domina la población.

Para los que nos gusta la historia y los lugares que rezuman belleza, es un auténtico placer perderse por las calles empedradas del casco urbano salpicado de viejas casonas.

Perderse por su casco urbano, entre casonas de piedra y calles empedradas, es un auténtico deleite por el excelente nivel de conservación del casco antiguo. En lo alto, sobresale la mole del castillo, dominando la ciudad desde sus murallas almenadas. Además de edificios como la casa del Doncel, o las iglesias de San Vicente y de Santiago, destaca en la parte baja de la ciudad la catedral. Este edificio es un magnífico ejemplo del primer gótico en cuyo interior tiene maravillas como las capillas de los Arces, de San Marcos o de la San Pedro, además de la famosa escultura del Doncel.

Sigüenza Catedral de Sigüenza

Además de la Sigüenza medieval, tampoco hay que perderse la Sigüenza renacentista y barroca en torno al barrio Humanista. Y ahora en verano, es muy agradable visitar la Alameda neoclásica a última hora de la tarde. También es recomendable visitar el Parque Natural del Río Dulce.

Qué comer en Sigüenza

El Doncel Sigüenza Restaurante El Doncel

Sigüenza no solo esconde un rico patrimonio artístico. También tiene una amplia oferta gastronómica. Para empezar, en esta localidad hay dos restaurantes con Estrella Michelin. El primero, El Doncel (Paseo de la Alameda, 3) cuenta con una estrella Michelin y 2 Soles de la Guía Repsol. Los hermanos Pérez, con Enrique en los fogones, y Eduardo en labores de maître-sumiller, presentan dos menús, el Menú Gastronómico, y el Menú Esencia y Sabor. 

El segundo de los restaurantes con estrella Michelin de Sigüenza es El Molino de Alcuneza (Carretera GU 128). Este restaurante está instalado dentro de un hotel  Relaix & Chateaux que es un antiguo molino del siglo XV que ha sido completamente recuperado. Allí, los hermanos Moreno, Samuel y Blanca, han hecho una apuesta por una cocina moderna pero de base tradicional basada en productos de temporada de la zona plasmada en tres menús degustación, el Esencias, el Clásicos y el Esencias. 

Más allá de los Michelin, en Sigüenza hay multitud de locales donde probar algunos de los platos típicos de la gastronomía local, como las migas acompañadas de torrezno, chorizo y huevo frito, el asado de cordero o cabrito, la sopa castellana, los productos de caza y matanza, y o postres como las yemas de Doncel, los bizcochos borrachos, o los dulces como las trufas del convento de las Hermanas Clarisas.

A la hora de tapear, podemos ir al Bar Alameda (P.º de la Alameda, 4), donde se puede pedir una de las tapas típicas de la localidad, el perdigacho, elaborada sobre una tostada con tomate natural o ali-oli, y una anchoa. Tampoco es conveniente dejar de probar los torreznos, acompañados del “fino seguntino”, la bebida típica de Sigüenza elaborada con gaseosa, vermú rojo y espuma de cerveza.

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