New Balance ha demostrado que recuperar diseños clásicos no tiene por qué significar volver a lo llamativo o excesivo. Su modelo 2010, originalmente inspirado en siluetas de running de hace décadas, vuelve con fuerza, pero lo hace con un colorido que respeta el estilo y madurez de quienes buscan algo diferente sin desentonar en sus próximos looks.
Para esta temporada, la marca deportiva nos ofrece su silueta 2010 en dos nuevas tonalidades, sin embargo, la versión Ice Wine / Castlerock aporta ese punto de color sofisticado que es cálido y dinámico a la vez sin convertirse en una estridencia visual.
El contraste de colores entre el Ice Wine, una especie de vino tinto suave con un gris oscuro neutro funciona porque juega como una combinación moderada de tonalidades clave que podemos llevar con cualquier estilismo: no es un rojo chillón ni un rosa neón, sino un tono que invita a mirar dos veces porque se nota, pero no molesta.
El resto de materiales como ante, malla y overlays sintéticos completan la mezcla, aportando textura y profundidad sin sumar demasiado, además, los acabados reflectantes y detalles cuidados como el logo moldeado de su mítica “N” también ayudan a darle presencia.

Aunque estéticas retro hay muchas, lo que sostiene a las 2010 Ice Wine es que no descuidan lo funcional, con un diseño de décadas pasadas que sirve como punto de partida para grandes looks, pero la zapatilla está pensada para la vida actual.
Por ello, es una de mis favoritas para la temporada: sus tonos grises las vuelven perfectas para llevar con chándal y su tonalidad rosa claro es ideal para combinar con esenciales como una camiseta básica.
Si quieres hacerte de estas zapatillas, las New Balance 2010 estarán disponibles este 24 de septiembre desde su web oficial, con un costo de 170 euros, tanto en este modelo como en su versión vintage índigo.
Foto de Daiwei Lu en Unsplash | New Balance