El verano ya asoma en el horizonte y, con él, las ganas de escaparse unos días al mar. Pero antes de imaginar el sonido de las olas y el aroma a arena caliente, hay una pregunta inevitable: ¿cómo llegar hasta la Costa Atlántica sin que el bolsillo sufra más de la cuenta? Entre la suba de precios, la demanda y la distancia, elegir el mejor medio de transporte se vuelve clave para disfrutar sin que sufra el bolsillo.
Planificar: la clave para ahorrar
La anticipación siempre juega a favor. Con un contexto económico cambiante y una fuerte demanda en los destinos más buscados, planificar con tiempo puede hacer una gran diferencia en el presupuesto final. El transporte suele ser uno de los gastos más importantes, y las opciones principales –auto, avión o colectivo– ofrecen ventajas y desventajas que vale la pena sopesar según el tipo de viajero y el destino elegido.
En auto: libertad sobre ruedas
Viajar en vehículo propio sigue siendo la opción más elegida por muchas familias argentinas. La libertad de manejar los horarios, elegir paradas intermedias o improvisar desvíos hacia pueblitos costeros es un atractivo difícil de igualar. Sin embargo, la distancia desde Tucumán a Mar del Plata ronda los 1600 kilómetros, lo que implica unas 18 horas de ruta y un gasto de combustible que hoy supera los $120.000 mil pesos, sin contar peajes ni aumentos futuros.
La ventaja está en poder compartir los costos entre varios pasajeros y aprovechar al máximo la independencia que ofrece el auto: control de la música, del ritmo del viaje y del propio tiempo. Claro que también exige paciencia, buena planificación y descanso previo para quienes estarán al volante.
En avión: rapidez y comodidad
El avión se impone por su rapidez. En apenas un par de horas, el viajero puede cambiar los cerros tucumanos por la brisa atlántica. Aerolíneas Argentinas ofrece vuelos con precios que varían considerablemente según la fecha: los más económicos rondan los $116.000, mientras que en plena temporada alta pueden trepar a más de $400.000 por persona.
Es, sin dudas, la alternativa más cómoda y segura, aunque también la más costosa. Ideal para quienes cuentan con pocos días de vacaciones o prefieren evitar las largas horas de ruta. Eso sí, las fechas y horarios no son flexibles y el equipaje permitido suele ser limitado.
En colectivo: el equilibrio posible
El micro de larga distancia sigue siendo una opción intermedia que combina comodidad y precios más accesibles. Las empresas como Flecha Bus ofrecen pasajes semicama desde los $159.000 por tramo, con la posibilidad de descansar durante el trayecto y sin preocuparse por manejar. Aunque los boletos no suelen venderse con demasiada anticipación, esta modalidad tiene la ventaja de dejar la responsabilidad del viaje en manos de choferes profesionales, lo que permite disfrutar del trayecto sin estrés.
Elegir según el tipo de viajero
No existe una única respuesta sobre qué medio conviene más: todo depende de las prioridades. Quienes valoran la independencia y viajan en grupo probablemente se inclinen por el auto; los que buscan llegar rápido y con el menor esfuerzo posible preferirán el avión; y aquellos que equilibran costos con comodidad encontrarán en el colectivo una opción razonable.
La clave está en planificar con tiempo, comparar precios y fechas, y considerar no solo el valor del pasaje, sino también el descanso, la seguridad y la experiencia del viaje.
Un verano para disfrutar desde el primer kilómetro
Sea cual sea el medio elegido, el objetivo es el mismo: llegar a la Costa para desconectarse, disfrutar del mar y renovar energías. Si el viaje se organiza con tiempo y paciencia, las vacaciones empiezan mucho antes de pisar la arena: arrancan en la ilusión de planear el recorrido, elegir la ruta y soñar con los días de verano que ya se asoman en el horizonte.
